El lobo feroz no es tan feroz como lo pintan,
ni la caperucita tan inocente como la pintan,
pues detrás de ese pobre lobo quizás exista una caperucita
y detrás de esa caperucita una grandes garras dispuestas a ser utilizadas
cuando el momento se presente.
Mala fama ha tenido siempre el lobo,
pero se ha de reconocer que después del perro,
es el animal más leal.
Buena fama ha tenido la caperucita,
pero esa caperuza roja representación de los deseos
y los instintos no tiene ese color porque sí.
En esencia, caperucita y el lobo, no son tan diferentes entre sí,
el uno no es nada sin el otro puesto que forman parte del mismo cuento,
es decir son el mismo cuento.